Fundación CAP capacitó a apoderados como cuentacuentos para fomentar el lenguaje en los niños

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  • El objetivo del taller fue entregar a padres de Colina y Talcahuano herramientas para leer cuentos como “profesionales”, adquiriendo competencias para narrar historias en los jardines infantiles y salas cuna de sus hijos, así como en su propio hogar.

En busca de la promoción de la lectura y narración de cuentos en familia, cerca de 80 apoderados de jardines infantiles y salas cuna se capacitaron en el Taller de Cuentacuentos organizado por el programa “Aprender en Familia” de Fundación CAP. La actividad dirigida a padres, madres, familiares y agentes educativos se realizó hoy en Colina y consideró a los 12 centros que implementan el programa en la comuna, mientras que la semana pasada se ejecutó con los nueve establecimientos beneficiados de Talcahuano.

La jornada, parte de la estrategia “Mi familia cuenta” del programa, permitió que los apoderados descubrieran sus habilidades y adquirieran estrategias para  que,  con apoyo de los agentes educativos, sean capaces de narrar y leer cuentos al interior de cada jardín y sala cuna. También permitió reconocer la importancia que tiene la narración y lectura de cuentos para el desarrollo de los niños, especialmente para fortalecer el vínculo afectivo con ellos y fomentar el lenguaje.

Además, la iniciativa incluye el llamado “Bolso Viajero” que se les envía regularmente a casa a los niños, para que sus padres lean diversos cuentos seleccionados por nivel.

Este equipo de apoderados voluntarios contribuirá a fortalecer la alianza de la familia con el establecimiento, objetivo de fondo que persigue el programa “Aprender en Familia” de Fundación CAP.

Damaris Carrimán, del jardín Santa Teresita de los Andes de Colina, es voluntaria desde el año pasado. “Una parvularia me llamó a una reunión para manifestarme su preocupación por la dificultad que tenía mi hija (3 años) para comunicarse. Me dijo que una buena forma de ayudarle a verbalizar sus sentimientos era leyéndole cuentos. Además de hacer de cuentacuentos en su curso, que ha sido una experiencia muy especial y un gran desafío, en casa les leo a mi hija y a mi hermano de cinco años”, cuenta.

Por su parte, Patricia Fernández, cuentacuentos del Jardín Los Guindos de Talcahuano, relata: “A las más pequeña de mis niñas (2 años) le gustan las cosas más visuales y dinámicas. Por lo que leerle una historia se transforma en una gran tarea”. Su primera experiencia en sala fue inolvidable: “A mí siempre me han gustado las manualidades, así que como el primer libro que les conté fue el del ‘Conejito Picarón’, fabriqué figuritas con algodones para capturar la atención de ellos. ¡Y dio resultado!”.

Tips para “cuentacuentos”

Fundación CAP entrega algunos consejos para ser un cuentacuento con los hijos en la propia casa, aprovechando de generar un espacio afectivo, con abrazos y cariños mientras se pasan las hojas del libro:

  • El adulto también disfrute: Usar en la lectura todo lo que le permita jugar y lograr un momento entretenido, como buscar diferentes tonos de voz, gestos con la cara  y gesticular con las manos.
  • Seguir el ritmo del niño: El interés infantil hacia el cuento irá aumentando paulatinamente, junto con su tiempo de atención. La narración debe ser siempre un momento grato, por lo que si deja de serlo, mejor volver a intentarlo en otra ocasión.
  • Aprovecharlo todo: Colores, sonidos, figuras y personajes del cuento se pueden ir nombrando, repitiendo sus nombres, imitando ruidos, etc.
  • Niños protagonistas: Estar muy atento a sus preguntas, explicarle las palabras que no entienda y darle todo el espacio para que se manifiesten sobre lo que piensan, sienten y descubren a través de esa narración.
  • Lo cotidiano: Relacionar el cuento, las imágenes y sus personajes con la vida diaria de la familia, del barrio o del jardín infantil. Esto amplía el vocabulario, aumenta la imaginación y ayuda a entender mejor el mundo que lo rodea.